BALONCESTO. EUROLIGA. JORNADA 29. REAL MADRID. EN MANOS DE UNA GENIALIDAD

El Real Madrid se ha impuesto, por 79-82, al Estrella Roja de Belgrado, en la Sala Pionir, en partido correspondiente a la Jornada 29 de la temporada regular de la Euroliga de Baloncesto. Seis mil espectadores se dieron cita en las gradas.

A muchos tópicos nos podríamos agarrar para definir la victoria de ayer. Hizo falta una genialidad de Luca Doncic, sobre el bocinazo final, para no ir a una prórroga a la que los locales llegaban crecidos, y los blancos a la deriva de su habitual inconsistencia. Esta vez, otro tópico, el que nadó para morir en la orilla fue el equipo serbio.

Si hace unos días hablábamos de que con este Madrid siempre vemos dos partidos en uno, ayer no fue menos. Salieron bien los nuestros, mandones y con ganas de finiquitar cuanto antes el compromiso. Sin embargo, se fueron desinflando a medida que transcurrían los minutos, sin que nadie, ni en la cancha ni en el banco, fuera capaz de poner remedio al naufragio.

Tirar las campanas al vuelo de la genialidad de Doncic, que a pesar de sus números anduvo muchos minutos perdido en la dirección del equipo, y que acumuló hasta siete pérdidas, creo que es un error grave. Este Madrid, al que nada menos que Corbalán calificó, justamente desde mi punto de vista, como inconsistente, adolece de un director de juego que se precie. Campazzo y Doncic no sobresalen en esa faceta del juego, por mucho que aporten en base a sus brillantes acciones individuales. De Chandler y su continuidad en la rotación no voy a hablar, pero alguien tendrá que justificar su presencia en un equipo que aspira a títulos, en la Euroliga y en la ACB.

A partir de ahí, el equipo no logra asentarse ni defensivamente (Omic, un trotamundos que nunca ha pasado de ser un relevo en los equipos en los que ha estado, se bastó anoche él solito para volver loco a toda la batería de pivots blancos. Se marchó con 30 de valoración, muy cerquita de ser el MVP del partido).

Y si en defensa Tavares (del que solo escucho loas) necesita un profesor de técnica individual más que el comer (ayer hizo tres faltas en un plis plas, y cinco en apenas doce minutos de juego), Randolph sigue a lo suyo (y eso que le vemos más constante en los últimos encuentros), Ayón apenas apareció, tuvo que ser Felipe el que un partido más se batiera el cobre como un jabato en ambos tableros.

En ataque, no llegamos al 50% en tiros de dos, y nos quedamos en un 33% en triples, en los tiros libres apenas un 68,4%. Lo dicho más arriba, un equipo incosistente, que ayer además acusó sobremanera la baja de Facundo Campazzo, primer partido que se pierde el argentino en toda la temporada.

Se notó la ausencia anotadora de Rudy y de Taylor, cero puntos ambos. Afortunadamente para nuestros intereses, el Estrella Roja se empeñó en el triple cuando se vio con posibilidades, y eso nos permitió llegar empatados a esa jugada final con posesión a falta de cinco segundos. El planteamiento fue claro: balón a Doncic y que éste se juegue un triple. Salió cara, el balón entró a falta de nueve décimas. Importantísima victoria, si bien ninguna duda despejada.

La semana que viene nos visita Brose en el Palacio, para cerrar la fase regular. Habrá que ganar, para asegurar la cuarta plaza a la que igualmente opta Panatinaikos, que anoche se desprendió facilmente de un Valencia Basket al que parece que su lema, al menos en lo del esfuerzo, solo lo pone en práctica cuando se enfrenta al Madrid.

Buenas tardes a todos. HALA MADRID.

Deja un comentario