El Real Madrid Teka se ha impuesto, por 71-68, al Unicaja de Málaga, en el primer partido de las semifinales de los play off por el título de la Liga ACB, en partido celebrado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, ante 9.000 espectadores. La eliminatoria se dilucida al mejor de cinco encuentros. Factor cancha a favor del Real Madrid Teka, al haber acabado primero de la fase regular.
El partido vino marcado por el ritmo que marcó Unicaja, que debía llevar el mismo a un tanteador bajo, y desde ahí intentar romper el factor cancha. Lo hizo bien durante los cuarenta minutos, pero le faltó ese último arreón de intensidad y acierto, afortunadamente para nuestros intereses.
Punto de acierto que sí tuvo el Madrid, o para ser más justos, tuvo Sergio Llull, un día más al rescate del equipo en los momentos calientes del juego, que ayer fueron el comienzo del último cuarto. Diez puntos seguidos del balear para llevar la distancia en el luminoso hasta los ocho puntos (62-54) a falta de siete minutos, que a la postre resultarían definitivos.
Daba la televisión un dato demoledor: el Real Madrid Teka ha jugado, hasta el de ayer, setenta y cinco partidos en la presente temporada. El Unicaja, únicamente 58. Diecisiete partidos más de los nuestros, lo que sin duda es un hándicap de capital importancia, máxime de venir de competir en la durísima Euroliga. Creo que debemos resaltarlo, pues es a partir de esa realidad desde la que debemos analizar el comportamiento de los nuestros.
Y digo lo anterior tras haber zurrado la badana de lo lindo a algunos jugadores tras la debacle del segundo partido de Andorra. Por mi parte, entono la culpa que me corresponda. Por la suya, espero que hagan un último esfuerzo que nos lleve a cerrar la temporada con un nuevo título de liga, que serviría para poner otro broche de oro a otra gran temporada.
Por lo demás, el partido ratificó las sensaciones que venimos experimentado los últimos encuentros. Un equipo al que le cuesta atacar, que debe anotar todos sus puntos desde la pintura, ya que el tiro exterior, particularmente el de tres (5 de 23 ayer, un 22%), ha dejado de ser un argumento a nuestro favor, y con dificultades en ciertos momentos para cerrar el rebote defensivo (hasta doce ofensivos capturaron ayer los malacitanos).
Anoche, a más de Llull, vimos buenos minutos de Ayón (19 de valoración), Hunter sigue justificando su presencia en la plantilla, y Nocioni sigue siendo el jugador fiero de siempre, valiente y luchador como ninguno (el tapón que puso ayer al gigante Omic fue antológico, inolvidable, para enseñar a los niños que empiezan en este juego). Volvió a cumplir Maciulis, con buenos minutos sobre la pista.
Por el otro lado del cuadro, Randolph volvió a estar errático y fallón, con signos de ausencias. Posiblemente, sus molestias en el costado le estén pasando factura, y le impidan desplegar el gran potencial físico sobre el que asienta su juego. Doncic sigue inmerso en la confusión, Taylor fue eliminado por cinco personales. Rudy volvió a dejarse la piel, pero siguió negado de cara a la anotación. Sorprende lo poco que está jugando Felipe, y no sorprende que no fuera de la partida Dontaye Draper.
Siguió sin gustarme el arbitraje, aunque desde luego no fue lo del tercer partido contra Andorra. Esperemos que suba el nivel de ahora en adelante.
El viernes, a partir de las 20,30 horas, el segundo partido de local, antes de que la serie se vaya a la Costa del Sol. Allí estaremos.
Buenos días a todos. HALA MADRID.
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