BALONCESTO. EUROLIGA. FINAL. REAL MADRID 80-95 PANATINAIKOS ¡¡¡FRACASO ABSOLUTO!!!

Panatinaikos se ha impuesto (80-95) al Real Madrid, en la final de la Euroliga, disputada en la ciudad de Berlín.

Fracaso rotundo del Real Madrid en su enfrentamiento contra Panatinaikos. Una derrota abultada, tras una segunda parte nefasta de los nuestros, en la que solo fueron capaces de anotar veintiséis puntos, mientras recibían cuarenta y seis.

Un partido más, los triples nos llevaron hasta la derrota. Dos anotados de diecinueve intentos en el segundo tiempo. Realmente sonrojante. Desde el banco, fue incapaz el Sr. Mateo de aportar una alternativa a la debacle que se avecinaba. Queda muy tocado el técnico madrileño, superado de principio a fin por Ataman.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, el arbitraje puso mucho de su parte para que el triunfo viajase a Atenas. Por momentos, daba toda la impresión de que la victoria tenía que ser de nuestros rivales, y a ello se pusieron sin disimulo Rocha, Belosevic y Difallah. Las dos faltas iniciales señaladas a Tavares fueron de sonrojo, casi insultantes, que redondearon con una técnica a Mateo. A los griegos, por contra, les permitían absolutamente todo. Ese comienzo ya determinó el devenir del partido, marcó la pauta del resto.

Tras un buen primer cuarto, en el que anotamos treinta y seis puntos y encajamos veinticinco, en el segundo ya se advirtió el cambio de rumbo que iba tomando el encuentro. Parcial de 0-8. Minuto veinte 54-49, pero ya con el viento de cola para Panatinaikos y el Madrid resistiendo el envite.

El paso por vestuarios resultó demoledor para nuestros intereses. Rocha pitaba la tercera personal a Edy, pérdida de Hezonja, que se disolvió como un azucarillo, y tercera personal de Campazzo. Comenzaba el festival de triples fallados. Cuatro fallados para que Panatinaikos se pusiera por delante (56-58). Nuestras única baza ofensiva era tirar de tres, y fallar. Técnica a Poirier. Minuto treinta 61-64 (parcial de 7-15). Están leyendo bien damas y caballeros, siete puntos del Madrid en el tercer cuarto.

No tenía ideas el Sr. Mateo. Triples y triples y después más triples. Hasta once seguidos fallamos, para un total de dos de diecinueve. Puso el Madrid una zona que agrandó a Sloukas. La distancia iba en aumento, hasta llegar a perder de qince finales. Lo dicho al principio: derrota sonrojante, impropia, inadmisible, la segunda mitad ha sido bochornosa, inasumible. No ha habido nadie al mando, Mateo ausente, incapaz, superado de principio a fin. Su continuidad se hace imposible de todo punto de vista.

Buenas noches a todos. HALA MADRID.

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